Alga es un nombre común para una variedad de grupos polifiléticos de organismos fotosintéticos (autótrofos), cuyos ciclos de vida se encuentran generalmente en ambientes acuáticos. Sin embargo, algunas especies se pueden encontrar en el suelo o en superficies que reciben luz solar.

No son seres vasculares. Esto significa que no tienen ningún recipiente para transportar la savia. Pueden ser multicelulares o unicelulares. Algunos tienen tejido diferenciado, pero no tienen raíces, tallos u hojas.

Durante mucho tiempo se han considerado plantas, pero solo las algas verdes tienen una relación evolutiva con las plantas terrestres (embriófitas). Los otros grupos de algas son líneas independientes de evolución evolutiva paralela.

Las algas azules (cianoficas o cianobacterias) estuvieron entre las primeras en aparecer en la Tierra. El fósil más antiguo data de hace 3800 millones de años. Se cree que han jugado un papel importante en la formación y mantenimiento del oxígeno en la atmósfera. Estos organismos son de estructura procariota y carecen de una membrana nuclear para limitar el material genético (ADN). También tienen pigmentos fotosintéticos distribuidos en el citoplasma.

Todos los demás grupos de algas son eucariotas, lo que significa que tienen una verdadera membrana nuclear y pueden realizar la fotosíntesis utilizando orgánulos llamados cloroplastos. Debido a que los cloroplastos tienen ADN y son muy similares a las cianobacterias en estructura, se cree que evolucionaron a partir de una especie "primitiva" de algas.

Muchas especies de algas tienen valor económico para los seres humanos, además de su importancia ecológica. Algunas especies se utilizan para la alimentación, mientras que otras se utilizan para hacer espesantes para las industrias farmacéutica, cosmética y alimentaria.

Muchas algas de diatomeas crean una estructura silícea que se puede utilizar para pintar y filtrar.

Las algas marinas son un alimento denso en nutrientes

Las algas ecológicas son un alimento tradicional que ha sido consumido durante milenios por la población costera, principalmente en el este de Asia en países como Japón, China y Corea.

Debido a su riqueza nutricional y bajo costo, las algas marinas pueden desempeñar un papel importante en cualquier dieta.

La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) estima que se producen alrededor de siete millones de toneladas anuales de algas frescas, la mitad de las cuales son para consumo humano. El resto se utiliza en la industria farmacéutica, la industria alimentaria, los cosméticos, los fertilizantes y otros usos. Su consumo ha aumentado en más del 50% en los últimos 20 años, y hay indicios de que seguirá creciendo en el futuro.

Hay muchas variedades de algas. Se pueden clasificar según su color, como algas verdes, rojas o azules. Alrededor de 50 variedades son comestibles. La mayoría de ellos viven en los océanos. Algunas variedades son ahora comunes en Occidente, como el nori (alga marina que se usa en el sushi), debido a la popularidad de la cocina japonesa. Las algas tienen muchos beneficios para la salud, además de su agradable sabor que evoca el océano.

Las algas marinas son una fuente baja en calorías y de minerales, incluyendo magnesio, calcio, fósforo y potasio. También contiene vitaminas solubles en agua como B 1, B 2 y B 12, así como vitaminas liposolubles como el b-caroteno con vitamina A, actividad de la vitamina E y perfiles de aminoácidos esenciales.

Son ricos en fibras y carbohidratos no digeribles (fibras), que pueden tener un impacto nutricional y funcional significativo, a veces superando los nutrientes que se encuentran en los vegetales.

A pesar de su bajo contenido de lípidos, los ácidos grasos poliinsaturados (ácidos omegas 3 y 6) son un componente importante de los lípidos de las algas. Estos ácidos grasos son componentes importantes de las membranas celulares, y son precursores de los eicosanoides que son biorreguladores vitales para muchos procesos celulares. El riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, osteoporosis, diabetes y cáncer se reduce significativamente al consumir ácidos grasos insaturados.

Los partidarios de la medicina natural prefieren usar algas encapsuladas como la chlorella. Esto es rico en vitamina B12, que es esencial para muchos procesos metabólicos y una deficiencia importante para las personas que no comen carne.

Las algas como fuente de nutracéuticos

Los datos de referencia sugieren que la fibra dietética de algas puede tener propiedades funcionales importantes, incluidos los efectos antimutagénicos y antitumorales, así como un papel en la alteración del metabolismo de los lípidos en el cuerpo.

Las algas marinas se pueden comer como fuente de fitoesteroles y carotenoides. Se ha demostrado que estos componentes, derivados de las algas marinas, no solo residen en el sistema circulatorio sistémico, sino que también cruzan la barrera hematoencefálica, ejerciendo funciones neuroactivas tanto en condiciones patológicas como homeostáticas. Por ello, estos derivados han ganado un interés creciente por sus propiedades neuroinmunomoduladoras y neuroprotectoras, lo que los convierte en interesantes candidatos para el tratamiento de diversos trastornos neurodegenerativos. El fucosterol es un agente particularmente eficaz para aumentar la neuroplasticidad, mejorar la eliminación fagocítica y las propiedades antiinflamatorias.

Anti-diabetes y anti-obesidad son sólo algunos de los beneficios para la salud que se pueden atribuir a sus cualidades antioxidantes.

Bajar el colesterol. Los fitoesteroles de las algas interactúan con enzimas y otras proteínas que están involucradas en diferentes vías celulares.

Los ácidos grasos insaturados (principalmente omega-3, omega-6) son componentes importantes de las membranas celulares. También actúan como precursores de los eicosanoides, que son biorreguladores esenciales para muchos procesos celulares.

La enfermedad de Alzheimer, un trastorno cerebral que causa deterioro cognitivo progresivo y pérdida de memoria, es más común en los ancianos. Muchos bioactivos funcionales que se encuentran en los organismos marinos, como los fitoesteroles, se han identificado como agentes anti-Alzheimer. Han recibido atención como un tratamiento prometedor para esta condición.

Estudios recientes han demostrado que las algas tienen muchas propiedades funcionales para combatir enfermedades como la artritis, la tuberculosis y la gripe. Se han utilizado como una alternativa a la osteoporosis y el reumatismo.

Los esteroles están involucrados en el sistema de defensa antioxidante y la apoptosis, que es necesaria para la supervivencia de las células y el desarrollo de los animales. También pueden ayudar a mejorar la salud de la piel, el cabello y los músculos, así como a acelerar el metabolismo y la pérdida de peso.

Se ha demostrado que los péptidos derivados de algas son antihipertensivos.

Las algas se pueden usar para hacer alimentos similares al pan, pero sin gluten. Esta es una excelente manera de crear productos funcionales para personas con enfermedad celíaca.

La mayoría de las algas marinas se utilizan en la cocina

• Nori: Se utiliza para hacer "sushi". Es uno de los alimentos más populares en Japón. En realidad, es una mezcla de muchas especies de algas. Después de ser presionados, forman hojas delgadas como el papel. Es rico en fibras y calcio, que contribuyen a la salud ósea. Las fibras también ayudan a combatir la obesidad. Puedes usarlo para hacer "temakis", que es un corte de la verdura que se usa en pastas orientales, ensaladas y como bocadillo.
• Wakame se utiliza para sopas. Está seco y tiene un color marrón verdoso. Es rico en minerales como calcio, magnesio, sodio, vitaminas A y B1 y B2, y proteínas. Ayuda a preservar la salud ósea. Puede hidratarlo antes de usarlo en diferentes preparaciones o picarlo y servir en sopas orientales como la "sopa de miso". Se puede enfriar y cortar en tiras finas para entrar en la composición de las ensaladas.
• El agar-agar (Kanten), también conocido como gelatina vegetal, es un alga que actúa como agente gelificante natural y es una gran opción para vegetarianos y veganos. Esta alga no solo se utiliza en gastronomía sino que también se vende en cápsulas como complemento y como ingrediente en productos de belleza y cosmética. Es rico en vitaminas y minerales. Se cree que las algas marinas tienen propiedades desintoxicantes e hidratantes que contribuyen a la salud y vitalidad de la piel.
• Kombu se utiliza para dar sabor a los caldos. Kombu es rico en minerales y ayuda a la digestión. También es conocido por reducir los niveles de colesterol y controlar la hipertensión. Tiene un alto contenido de hierro y yodo, que son elementos esenciales para mantener la salud de la tiroides.
• Dulse: Esta alga de color rojo intenso es rica en minerales. Se puede cocinar rápidamente, pero también se puede comer crudo en sopas, ensaladas o salsas. Dulse tiene un contenido de potasio 30 veces mayor que los plátanos, y 200 veces más hierro que la remolacha.
• Lechuga de mar: Esta es una de las pocas algas que se pueden comer crudas o cocidas. Esta es otra alga rica en vitaminas y proteínas que se puede utilizar en sopas y ensaladas.